Papá mañana
se cumple otro año más desde que
te fuiste y para mí no ha pasado el tiempo aun te sigo extrañando como el
primer día deseo tanto que el cielo tuviera teléfono para
escuchar tu voz.
Pienso en ti en silencio lo
único que me queda son recuerdos, tus enseñanzas y tus fotos. Dios te tiene en
sus brazos y yo en mi corazón
Gracias por haberme enseñado
a afrontar la vida con valentía y determinación, a haberme enseñado lo que es
el bien y el mal, a saber captar la esencia de las cosas simplemente.
Gracias por haberme dado
éste carácter que me ayuda en mi vida diaria.
Gracias por sobre todas las
cosas por haberme dado la vida y por haberme enseñado a ser mejor persona.
Sabes con mis hermanos luchamos por seguir ese sendero justo por el cual nos enseñaste a transitar.
Yo
sé que en este momento estas disfrutando de la presencia de mamá, sin
angustias y sin dolor de esa enfermedad que cada día se hacía más insoportable. Aunque
ya pasaron varios años seguimos
sintiendo el mismo dolor que nos causó tu partida le doy gracias a Dios y a la
vida por permitirme ser tu hija y aunque ya no estás conmigo una parte
importante de ti vive en mí.
Hoy recorrí la finca por los lugares donde tu solías hacerlo y me
pregunte ¿por qué se fueron al único
lugar a donde no puedo acompañarles? a un camino que yo no puedo recorrer, y te pedí en silencio que me ayudes a seguir dando ejemplos de amor y bondad, como
tú diste en vida a
todo aquel que lo necesitaba.
Espero
que llegue esta carta hasta donde estás,
al lado de mamá y pídele que te la lea en un momento que no tengan nada que
hacer porque sé que siguen muy ocupados
cuidando de nosotros y de todos a quienes tanto aman
"Aunque estés lejos de mí, siempre
estarás en mi mente. Nunca serás mi pasado y siempre serás mi presente. Gracias
por ser mi pedacito de cielo".
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