lunes, 3 de febrero de 2025

 

La Casa Imperfecta.    

Ya estoy de vacaciones y me encargaron hacer y tramitar unas planillas, me dio mucha flojera, pero, de inmediato recordé el cuento de la casa imperfecta y dice: Un maestro de construcción ya entrado en años estaba listo para retirarse a disfrutar su pensión de jubilación. Le contó a su jefe acerca de sus planes de dejar el trabajo para llevar una vida más placentera con su esposa y su familia. Iba a extrañar su salario mensual, pero necesitaba retirarse; ya se las arreglarían de alguna manera.

El jefe se dio cuenta de que era inevitable que su buen empleado dejara la compañía y le pidió, como favor personal, que hiciera el último esfuerzo: construir una casa más. El hombre accedió y comenzó su trabajo, pero se veía a las claras que no estaba poniendo el corazón en lo que hacía. Utilizaba materiales de inferior calidad, su trabajo, lo mismo que el de sus ayudantes, era deficiente. Era una desafortunada manera de poner punto final a su carrera.

Cuando el albañil terminó el trabajo, el jefe fue a inspeccionar la casa y le extendió las llaves de la puerta principal. “Esta es tu casa, querido amigo -dijo-. Es un regalo para ti”.

Reflexión: Espero que esta historia te enseñe algo. El albañil trabajó con mucho esfuerzo y calidad para otros y por un instante de desgano construyó un  fracaso para sí…

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