Ya
falta poco para navidad y es ahí donde los recuerdos se agolpan como un tsunami
y no se los puede parar, hace unas
noches camine por el patio de mi casa mire al cielo y me pregunte donde están y
vi allí la majestuosidad del inmenso cielo azul lleno de estrellas, sentí el
aroma de yerbas húmedas pasto recién cortado y una brisa suave que toca mi rostro
y me dije ¡si aquí están se sienten !!! , me fascina
recordarlos con esa humildad y sencillez tan de ustedes.
Que
bello poder decir mis padres nos dejaron como herencia honradez, sus virtudes y defectos, nos enseñaron a ser personas de bien fue su legado.
Y
esta noche recuerdo lo que mi madre me decía el viento trae la nostalgia,
y en el alma brota la tristeza, y tenía razón estos días
que se asemejan al invierno por las lluvias y el frio ya casi en verano, te trae nostalgias.
Miro
al cielo, y te digo papá que árbol tan gigante tienes llenos de estrellas y
cometas tan brillantes, cada navidad tu arbolito está presente aún se arma como a ti te gustaba y siempre recordamos cuando lo compraste, me agrada
escuchar a mi hermano a Claudia a tus nietos, todos repiten la misma historia del arbolito de navidad.
Sabes
a veces me pregunto estaré en el camino correcto les gustara mi vida, mi hoy o
mi mañana, entenderán mis sueños, entenderán
mi presente, trato de continuar su obra y decirme siempre “dichosos los que
pueden dar sin recordar y recibir sin olvidar”.
Esta
noche me di cuenta que la manera de honrar a mis padres es recordándoles día a día,
así como ahora en este momento de noche llena de nostalgias y sentimientos, me
lleva a vivir cada momento impregnado de
niñez y adolescencia, es cargar energías para un nuevo día, mes o año, es calmar las golondrinas de mi pecho qué están revoloteando
mi alma.
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