A MI
YO
Hace
dos días murió una de mis mejores amigas en La adolescencia mis recuerdos
rondaron rumiantes todos estos días y
como decía Zayra Abascal es necesario
escribir una carta a nuestro YO para calmar a la tormenta interna ,
Querida
YO ,
Espero
que estas líneas te encuentren en un lugar de paz y serenidad. Quiero empezar
recordándote lo fuerte y resiliente que eres. A medida que escribo estas
palabras desde el presente, puedo sentir las huellas de las batallas que has
librado, las lágrimas que has derramado y los triunfos que has celebrado. Pero,
sobre todo, puedo sentir tu deseo sincero de estar bien, de encontrar la
plenitud y la felicidad en medio de este viaje llamado vida.
En
este momento, en el presente, me encuentro reflexionando sobre las cosas que
realmente importan. He aprendido que la vida no se trata simplemente de
atravesar los días, sino de encontrar significado en cada uno de ellos. He
descubierto la belleza de los momentos simples, la importancia de las
conexiones genuinas y el valor de cultivar el amor propio.
Quiero
que sepas que he estado trabajando arduamente para construir un puente hacia
ti. Un puente hecho de coraje, resiliencia y decisiones conscientes. Cada
elección que hago hoy es una piedra que coloco con la esperanza de que, cuando
cruces ese puente hacia el futuro, encuentres un camino más firme y luminoso.
Sé que
a veces te has sentido abrumada, incluso perdida. Pero también sé que has
encontrado fuerzas en lugares inesperados, que has descubierto una valentía dentro
de ti que quizás no sabías que existía. Recuerda esos momentos de triunfo, por
pequeños que puedan parecer, porque son los que te han llevado hasta aquí.
Al
escribirte hoy, no puedo dejar de enfatizar la importancia de cuidar de ti
misma en todos los aspectos, especialmente de tu salud mental y emocional.
Estoy consciente de que, en el trajín diario, entre las responsabilidades y las
expectativas, puede ser fácil pasar por alto la necesidad de atender tu
bienestar interior.
He
aprendido que la salud mental y emocional es como un jardín delicado que
requiere atención constante. Así como cuidamos de nuestras plantas más
preciadas, necesitamos dedicar tiempo y energía a nutrir nuestras emociones y
pensamientos. El estrés puede ser un intruso persistente, pero he llegado a
entender que el autocuidado no es un lujo, sino una necesidad imperativa.
Hoy,
estoy tomando medidas conscientes para cultivar la salud mental y emocional. He
aprendido a dar importancia a la pausa, a la reflexión, y a desconectar cuando
es necesario. Practicar la gratitud, la meditación y el autocuidado se ha
convertido en parte integral de mi rutina diaria.
Quiero
que, en el futuro, continúes este viaje de autocuidado con amor y compasión.
Siempre recuerda que está bien pedir ayuda cuando la necesites. A veces,
compartir nuestras cargas con los demás es un acto de valentía, no de
debilidad. No estás sola en esto.
La
salud mental y emocional no solo beneficia a ti, sino que también impacta
positivamente en todos los aspectos de tu vida, incluyendo tu papel como tia. Ser consciente de tus propias necesidades
te permitirá ser una presencia más plena y amorosa para tus seres queridos.
Visualizo
un futuro en el que te rodeas de personas que apoyan y entienden la importancia
de este viaje interior. Un futuro en el que las risas son sinceras, las
lágrimas son liberadoras y cada día se vive con autenticidad. A medida que
avanzas, toma tiempo para reconocer y celebrar tus logros, incluso los
pequeños.
Este
viaje que emprendemos hacia el futuro no se trata solo de logros externos, sino
también de cultivar la paz interior. Que este mensaje te sirva como un
recordatorio constante de la importancia de cuidar de ti misma. Hoy, en este
momento, te envío todo mi amor y energía positiva. Que estas palabras actúen
como un faro en los días oscuros y como un recordatorio de que mereces toda la
felicidad que la vida tiene para ofrecer. Estoy construyendo un camino hacia
ti, y estoy ansiosa por verte cruzar ese puente hacia un futuro lleno de amor,
autenticidad y satisfacción.
Con
todo mi cariño,
YO.