viernes, 1 de marzo de 2024

EL VALOR DEL AGRADECIMIENTO

Ayer pensando en la gente que le importa muy poco ser agradecida, recordé un cuento  de Alfonso Barreto  que nos enseña sobre  ser agradecidos y se los voy a compartir:

Un día los pies se rebelaron contra el resto del cuerpo:

—La mayor carga sobre todo la llevamos nosotros; dondequiera que el cuerpo desee ir, allí le debemos conducir.

Precisamente ese día, el cuerpo estuvo en tres lugares diferentes, para los cuales realizó largas caminatas, que agotaron más a los quejumbrosos pies.

— ¡Dicho está! ¡Caminar sin refunfuñar!

Sin embargo, en las horas de la noche, el cuerpo sumergió a los pies en una deliciosa tina con agua tibia; los enjuagó con un líquido medicinal; los fregó con una piedra suavizante y les aplicó un polvo reconfortante. Estos productos los había conseguido en las tres caminatas.

Al verse abrumados, los pies se sintieron muy descansados y recompensados; aprendieron la eterna lección: a la postre todo esfuerzo siempre traerá su compensación.

Siempre debemos tener un espíritu de gratitud en todo lo que hagamos y digamos. Cuando somos agradecidos, tenemos una mayor felicidad y satisfacción en nuestra vida y si esa gratitud es contigo mismo, más felicidad aun.
 

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