EL CUENTO
DE LA LECHERA
Leer cuentos
psicológicos también es una manera de prepararnos para la vida y de crecer
emocionalmente Milton Erickson, un psicólogo e hipnoterapeuta , se dio cuenta del enorme poder que tenían
las historias psicológicas y comenzó a aplicarlas en la hipnosis y la
psicoterapia.
El cuento de ‘La
lechera’ es en realidad una fábula sobre la prudencia para los pequeños.
Escrita por el cuentista español Félix María de Samaniego (1745-1801), detecta
a los niños (y a los mayores) acerca del riesgo de ser demasiado fantasioso.
Cuenta la leyenda que
en un país muy muy lejano, una chica llevaba al mercado un cántaro de leche
recién ordeñada, y mientras que volvía a casa dejó volar su imaginación.
-Como esta leche es
muy buena ganaré un buen dinero en el mercado -pensaba-. Con ese dinero
compraré pollitos que pronto crecerán y pondrán muchos huevos que también podré
vender fácilmente. Con los beneficios compraré un cerdito que engordaré y
cuando esté bien grande haré ricos embutidos que triunfarán en el mercado. Y al
venderlos tendré el suficiente dinero para comprarme una vaca propia y viviré
muy feliz toda la vida.
Tan absorta andaba la
lechera en sus propios pensamientos que no se percató de una rama que
atravesaba el camino. La pobre lechera tuvo la mala fortuna de tropezar y al
hacerlo el cántaro de leche se le escapó de las manos vertiendo todo su
contenido en la tierra.
La pobre lechera
lloraba y lloraba al ver que la vaca, el cerdito, los pollitos y hasta la leche
que hacía unos segundos atesoraba, se esfumaban como por arte de magia y
quedándose ella con las manos vacías.
Fin
Esta fábula se suele
interpretar como una advertencia sobre el riesgo de soñar despierto. Cuando somos jóvenes
anhelamos y soñamos con tener muchas cosas o lograr algo importante en
nuestras vidas, pero alguna vez nos preguntamos: ¿Qué estamos haciendo para
lograrlo? Hay que pensar que, no todo lo que nos rodea sin sacrificio ES
REALIDAD.
Siempre a nuestros pacientes jóvenes les leemos este cuento
y les decimos que no tiene nada de malo soñar despierto, ayuda a
motivarnos para conseguir cosas y de hecho, hay estudios que demuestran que la
mayoría de las personas sueñan despiertos al menos una vez al día. El problema
es cuando el soñar despierto o las ensoñaciones son constantes y de forma
excesiva.
Si crees que eres una
persona que sueña despierta demasiado tiempo y quieres corregirlo acude a un
profesional de la Psicología, así te
ayuda a vivir el presente, el ahora, el YA.
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