CUENTO
TERAPEUTICO : TRISTEZA, MIEDO, ENFADO
Artículos de
psicología infantil, Terapia para niños y adolescentes PSICODE
Los tres tesoros de
Martin, este cuento enseña a los niños a manejar el enfado, la tristeza y el miedo.
Martin era un niño
que vivía en un lugar mágico. Su casa se encontraba en el campo, rodeado
de montañas, de árboles y de rocas, vivía con sus padres que tenían un rebaño
de ovejas que a veces Martin cuidaba.
Martin, el niño
pastor, como le llamaban algunas veces sus amigos, vivía feliz con sus padres. Sin embargo,
algunas veces le entraba malhumor porque
tenía que ordenar su habitación. Se molestaba con sus papás y no quería hacerlo
Las ovejitas, que
eran amigas de Martin, olían el malhumor de pastorcito y ellas se ponían
tristes porque no les gustaba que su amigo se enfadara.
Una mañana, cuando
las ovejitas salieron a pastar se lo contaron a sus amigos los enanitos de las
montañas, y ellos se pusieron a pensar cómo le podían ayudar.
A la mañana siguiente
cuando pastorcito despertó, una pluma en su mesilla encontró. Al lado de la
pluma había una notita que decía: “cuando tu calma se vaya sopla la pluma con
ganas”.
Martin tomo la pluma
mirándola como si fuera un gran tesoro,
y en su bolsita la guardó para no perderla. Aquella mañana, las ovejitas
y Martin pasaron una mañana fantástica. Mientras ellas pastaban, Martin
disfrutaba de aquellas inmensas montañas.
Cuando llegó a casa
se puso a jugar con sus trenes de madera. Antes de cenar, su mamá le dijo que tenía que guardar sus juguetes, el pastorcito
no quería y vio cómo su enfado aparecía.
De repente Martin se
acordó de la pluma que le habían regalado los enanitos y pensó: “cuando tu calma se vaya, sopla la
pluma con ganas” entonces cogió aire por la nariz y lo soltó por la boca
soplando la pluma con ganas y Martin
comenzó a observar cómo se movía…empezó a hacerlo una y otra vez… lo volvió
hacer, cogió aire y sopló la pluma, despacito,
así hasta cinco veces. El pastorcito pudo comprobar muy pronto cómo su
calma apareció, y su enfado se desvaneció
Las ovejitas hablaron
entre ellas y pensaron que podrían
pedirle a los enanitos otra cosa muy importante para Martin. Algo para quitar las penas. Les pidieron esto porque a veces olían a
Martin un poco triste, más callado, pensativo y sin ganas de jugar.
A la mañana
siguiente, el pastorcito encontró una piedrecita con forma de mariquita, que
tenía una nota que ponía: “cuéntale las penas a Mary Quitapenas”.
¡Vaya! ¡Eso era otro
gran tesoro! Pastorcito asombrado por el gran regalo, empezó a contarle a Mary Quitapenas al oído, todo lo que tenía en su corazón y
que lo ponía un poco triste.
Poco a poco, mientras
se lo contaba, notaba como su corazón dejaba de llorar y podía sentir más ganas
de jugar. Estaba más contento al sacar la tristeza fuera.
Esto era muy
importante porque luego se las podía también contar a sus papás y todavía se
sentiría muchísimo mejor, porque ellos le podrían ayudar.
Las ovejitas pidieron
un deseo más que Martin no tenga miedo por lo que los enanitos de las montañas, se pusieron a pensar cómo le podían ayudar.
Ese sería otro gran tesoro que le dejarían a Martin.
Cuando llegó la
noche, los enanitos dejaron una almendra dorada y una nota que ponía: “Cuando
el miedo se acerque, agarra la almendra fuerte”. Esa misma noche Martin la
agarró y apretándola, dormido solito en su cuarto se quedó.
Y colorín
colorado…este cuento se ha acabado y tres grandes tesoros tú también puedes
crear, para soplar tu enfado, quitar tus penas y abrazar tus miedos.