lunes, 19 de febrero de 2024

 

CUENTO TERAPEUTICO  : TRISTEZA, MIEDO, ENFADO

Artículos de psicología infantil, Terapia para niños y adolescentes PSICODE

Los tres tesoros de Martin,  este cuento enseña  a los niños a manejar el enfado, la tristeza y el miedo.

Martin era un niño que vivía en un lugar mágico. Su casa se encontraba en el campo,   rodeado de montañas, de árboles y de rocas, vivía con sus padres que tenían un rebaño de ovejas que a veces Martin cuidaba.  

Martin, el niño pastor, como le llamaban algunas veces sus amigos,  vivía feliz con sus padres. Sin embargo, algunas veces  le entraba malhumor porque tenía que  ordenar su habitación.  Se molestaba con sus papás y no quería  hacerlo

Las ovejitas, que eran amigas de Martin, olían el malhumor de pastorcito y ellas se ponían tristes porque no les gustaba que su amigo se enfadara.

Una mañana, cuando las ovejitas salieron a pastar se lo contaron a sus amigos los enanitos de las montañas, y ellos se pusieron a pensar cómo le podían ayudar.

A la mañana siguiente cuando pastorcito despertó, una pluma en su mesilla encontró. Al lado de la pluma había una notita que decía: “cuando tu calma se vaya sopla la pluma con ganas”.

Martin tomo la pluma mirándola como si fuera un gran tesoro,  y en su bolsita la guardó para no perderla. Aquella mañana, las ovejitas y Martin pasaron una mañana fantástica. Mientras ellas pastaban, Martin disfrutaba de aquellas inmensas montañas.

Cuando llegó a casa se puso a jugar con sus trenes de madera. Antes de cenar, su mamá le dijo que  tenía que guardar sus juguetes, el pastorcito no quería y vio cómo su enfado aparecía.

De repente Martin se acordó de la pluma que le habían regalado los enanitos  y pensó: “cuando tu calma se vaya, sopla la pluma con ganas”  entonces  cogió aire por la nariz y lo soltó por la boca soplando la pluma con ganas y  Martin comenzó a observar cómo se movía…empezó a hacerlo una y otra vez… lo volvió hacer, cogió aire y sopló la pluma, despacito,  así hasta cinco veces. El pastorcito pudo comprobar muy pronto cómo su calma apareció, y su enfado se desvaneció

Las ovejitas hablaron entre ellas  y pensaron que podrían pedirle a los enanitos otra cosa muy importante para Martin. Algo  para quitar las penas.  Les pidieron esto porque a veces olían a Martin un poco triste, más callado, pensativo y sin ganas de jugar.

A la mañana siguiente, el pastorcito encontró una piedrecita con forma de mariquita, que tenía una nota que ponía: “cuéntale las penas a Mary Quitapenas”.

¡Vaya! ¡Eso era otro gran tesoro! Pastorcito asombrado por el gran regalo, empezó a contarle  a Mary Quitapenas  al oído, todo lo que tenía en su corazón y que lo ponía un poco triste.

Poco a poco, mientras se lo contaba, notaba como su corazón dejaba de llorar y podía sentir más ganas de jugar. Estaba más contento al sacar la tristeza fuera.

Esto era muy importante porque luego se las podía también contar a sus papás y todavía se sentiría muchísimo mejor, porque ellos le podrían ayudar.

Las ovejitas pidieron un deseo más que Martin no tenga miedo por lo que  los enanitos de las montañas,  se pusieron a pensar cómo le podían ayudar. Ese sería otro gran tesoro que le dejarían a Martin.

Cuando llegó la noche, los enanitos dejaron una almendra dorada y una nota que ponía: “Cuando el miedo se acerque, agarra la almendra fuerte”. Esa misma noche Martin la agarró y apretándola, dormido solito en su cuarto se quedó.

Y colorín colorado…este cuento se ha acabado y tres grandes tesoros tú también puedes crear, para soplar tu enfado, quitar tus penas y abrazar tus miedos.

 

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