domingo, 4 de febrero de 2024

 

 

                               


                       CRECER SIENDO ADULTA

Hace unos años vivía con mis padres,  nunca me di cuenta que cuidaba de ellos, porque siempre las indirectas de quienes no nos conocen te hacen sentir que tus padres cuidan de ti, por ello viene bien la frase que dice: solo el dueño de la casa saben dónde están las goteras. Así que no aceptes críticas de quien no sabe ni un tercio  de lo que tú vives, porque solo tú sabes cuáles son tus luchas y tus heridas.

Y de pronto recibí el golpe más grande que alguien pueda tener, mi padre con cáncer terminal,  y te nacen todo tipo de emociones.  La mayoría malas, pero debes seguir y las cosas parecen como de costumbre. Otros días pueden ser muy difíciles. ¿Tienes choque y aturdimiento? ¿Sientes enojo o temor? ¿Sientes que la vida es injusta? No estás bien.

Una noche abrí la ventana para mirar al cielo y preguntar ¿porque? Fue entonces, que sentí crecer mi ser siendo adulta, tenía más responsabilidades,  debía encontrar el equilibrio, debía  escuchar y comprender a mi padre en especial cómo se sentía. No subestimar,   ni   cambiar la manera en que   actuaba. Le hacía saber que podía contar conmigo en sus proyectos aun sabiendo que eso no podía ocurrir, había  momentos en que la incertidumbre y el miedo hacia que  se sienta enojado, deprimido o encerrado en sí mismo. De nuevo debía crecer más aun y encontrar el camino con dos pasamanos así no caer.

El cáncer es una enfermedad que produce miedo, y puede crear mucha dificultad para quienes no han tratado con ella.  El cáncer a menudo obliga a cambiar los roles habituales en la relación. Una persona que siempre ha estado a cargo o que se ha desempeñado como  jefe de familia puede tener problemas en aceptar un rol más dependiente.

  O una persona que no se ha desempeñado en esos roles puede tener problemas para asumir el control y convertirse en un cuidador como era mi caso.

Ahora puedo decir que aprendí a crecer más allá de ser adulta, siento paz por haber dado todo tiempo, sentimientos, atenciones, dedicación, parte de mi vida y sé que así lo sintió, es que siempre demostró y nos enseñó lealtad, seguridad, orgullo y compasión.

 Gracias  papá por enseñarme hasta el final de tus días a CRECER AUN MAS.-

 

 

 

 

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