Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que se encuentra en nuestro interior.
Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ese quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño.
Creo que sólo hubiera podido amar a un ser
perfecto y soy demasiado mediocre para merecer que me aceptara, incluso si lo
encuentro algún día
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